La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la condena a un empresario de un Bar que dejó de abonar a la Sociedad General de Autores (SGAE) varias cuotas de los años 2010 a 2013, año en que cerró el local. Aunque alegó que en su Bar solo difundía música que no pertenecía al repertorio que gestiona la SGAE, el argumento no le ha servido.