El esplendor nocturno de la Zaragoza de la En Bruto, la King Kong o la Beethoven ha quedado reducido a una veintena de locales que sobreviven gracias a las actuaciones en directo, las promociones y los sábados por la noche.
El esplendor nocturno de la Zaragoza de la En Bruto, la King Kong o la Beethoven ha quedado reducido a una veintena de locales que sobreviven gracias a las actuaciones en directo, las promociones y los sábados por la noche.