Los empresarios denuncian que la estricta aplicación de las normas referentes a las emisiones acústicas y a la gestión y organización de eventos en la vía pública conllevan un veto hacia el arte y la cultura y frenan el consumo.
Los afectados se reunirán con el Alcalde de Vitoria para tratar de explorar nuevas fórmulas que faciliten el desarrollo de estos espectáculos en los exteriores de sus establecimientos.