El ocio nocturno tiene una incidencia fundamental en la optimización económica del turismo. En España algunos lo siguen considerando un complemento. Mientras, por ejemplo, las “otras” ofertas de hospedaje levanta un gran revuelo mediático, que provoca, a su vez, iniciativas legislativas, la constante agresión económica al ocio nocturno “se permite”, consiente o hace mirar a las administraciones hacia otro lado.
“Estudios encargados por Turespaña constatan que, en los mercados emisores extranjeros, la marca España evoca inmediatamente, por este orden, los conceptos “ocio”, “turismo”, “fiesta” y “gastronomía”. Destacar que el ocio se antepone incluso al turismo. Sin embargo no se puede separar la vinculación de ambos conceptos en cuanto a la incidencia económica.
La oferta turística global necesita irremediablemente de una oferta de ocio nocturno completa y de calidad. El ocio nocturno es un elemento esencial en esa oferta integral. Un ocio nocturno independiente y de calidad que mantengan el nivel exigido por una clientela conocedora de otras ofertas en sus países de origen, y que son altamente competitivas, merece una atención acorde con su incidencia social y económica.
El ocio nocturno tiende a confundirse con otras actividades que nada tienen que ver con la auténtica oferta de ocio nocturno legalmente establecido. Legalmente establecido implica el cumplimiento de una serie de obligaciones tanto de infraestructura de los locales como de gestión responsable de los mismos.
No se debe confundir el ocio nocturno con locales sin licencia para ejercer la actividad propia de los locales con autorización. Un ocio nocturno tal cual está regulado en España puede competir con cualquier otro en cuanto a calidad y seguridad. La innovación está garantizada, la situación en el ranking de preferencias por quienes nos visitan es clara y contundente.
Con este bagaje solo es necesario que, finalmente, las administraciones sean conscientes de que empobrecer la oferta del ocio nocturno, al permitir actividades ilegales, estimula la degradación del primer referente de la marca España.