Los inspectores comprueban los papeles del local y sus contratos con el personal, incluido el de los artistas, y cuando descubren que no cumplen con las exigencias legales, proceden a abrir un expediente sancionador al local y al artista. Las multas oscilan entre los 3.000 y los 187.000€. Los locales cancelan espectáculos y dejan sin trabajo a cantantes y actores ante la proliferación de los controles
La Opinión