La crisis económica y financiera fue la primera en golpear a los locales de ocio nocturno de nuestro país en el verano de 2008; la Ley Antitabaco que entró en vigor en 2011, sólo agravió su situación, y los cambios que los consumidores aplicaron a sus patrones de consumo, optando por salir más de día que de noche, sirvieron para empeorarla aún.