Numerosos bares, restaurantes y pubs británicos han decidido bajar sus precios un 7,5%, como gesto para pedir al Gobierno que reduzca el tipo del IVA y contribuya así a mejorar la actividad empresarial. El IVA que se aplica es del 20%, y los comerciantes piden que baje hasta el 5%.
La campaña pretende demostrar que con precios más bajos al final se recauda más.