El descalabro económico del sector de la música en directo como consecuencia de la crisis y, más concretamente, del aumento del IVA cultural (de un 8% a un 21%) desde septiembre de 2012, era una medida que pretendía aumentar la recaudación del Estado, pero que ha terminado por desplomar la venta de entradas y con ella, los ingresos de la Administración que las grava.
La subida de 13 puntos del IVA en la cultura desangra también a los promotores musicales. El sector prevé perder este verano hasta un 50% de ingresos.