El Tribunal Supremo ha confirmado una condena de cuatro años de cárcel impuesta al dueño y a la encargada de un bar de Dos Hermanas (Sevilla) por los “ruidos intolerables” que durante varios años emitieron desde su bar, que afectaron “gravemente” al sosiego y descanso nocturno de los vecinos.
La sentencia del Supremo, rechaza los cuatro motivos de casación del acusado y afirma que los ruidos deben ser calificados de “graves” por su reiteración en el tiempo, su duración, las continuas visitas de inspección por parte de la autoridad gubernativa, los precintos acordados, su levantamiento y el hecho de buscar alternativas a las prohibiciones acordadas”.