El declive comenzó por la crisis, aunque ahora los motivos trascienden las restricciones económicas. El hundimiento del Lehman Bothers pilló a las familias endeudadas hasta las cejas y la restricción del ocio nocturno fue el primer efecto del ajuste de cinturón. “Antes de la crisis, había 20.000 Pubs y 5.000 Discotecas y locales con espectáculo. Ahora, la proporción es de 16.000 bares de copas y apenas 1.800 discotecas”, aseguran desde la Federación de Asociaciones de Ocio Nocturno (FASYDE).
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