Hace algunos años nos obligaron a ponernos el burka. Nos obligaron a taparnos. Y así lo hicimos porque era la única manera de controlar, según ellos, las vergüenzas de la música en las discotecas: música y discoteca, dos sustantivos ligados inexcusablemente al éxito y reconocimiento del papel que juega Eivissa en la oferta turística y musical.
Diario de Ibiza