El sector vendió 215 millones de litros en 2018, un 1,3% menos. Sube la exportación y el consumo por el día, pero el nocturno sigue a la baja. Destaca el cambio en los hábitos sociales, que están provocando un menor consumo nocturno que no está siendo compensado por el incremento de las ventas en restaurantes y a través de la exportación, según los datos de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe).