Jesús Sánchez, Presidente de de la Asociación de Salas de Fiesta de Baleares, plantea que el problema que se ha generado es múltiple, y que va más allá del deterioro que se ha registrado en los ingresos de su sector, que incluye a salas de fiesta, discotecas o cafés concierto, entre otros. Muchos de sus clientes optan en algún momento de la noche por salir a la calle a fumar, lo que genera un nivel de ruido en el exterior que puede resultar muy molesto para los vecinos.
Diario de Mallorca