La nueva Ordenanza propone determinar los valores límites para ruido y vibraciones conforme a la Ley estatal, completar esos valores en caso de que sea necesario con los establecidos en la normativa autonómica, tomando siempre como referencia los niveles de recepción más restrictivos, y ajustarse a las tres franjas horarias que fija la normativa europea (Directiva 2002/49/CE).