Los berlineses no respetan una legislación que en Alemania tiene muchas excepciones. Llama la atención la impunidad con la que los usuarios violan la ley ante la mirada impasible de los camareros o de los empresarios de ocio nocturno.
Los berlineses no respetan una legislación que en Alemania tiene muchas excepciones. Llama la atención la impunidad con la que los usuarios violan la ley ante la mirada impasible de los camareros o de los empresarios de ocio nocturno.