La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años de cárcel a los propietarios de un Bar de Berga por los ruidos generados por el local, que funcionaba sin licencias y había sido precintado por el Ayuntamiento.
La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años de cárcel a los propietarios de un Bar de Berga por los ruidos generados por el local, que funcionaba sin licencias y había sido precintado por el Ayuntamiento.